domingo, 22 de noviembre de 2009

sexualidad

El género es un concepto cultural que alude a la clasificación social en dos categorías: lo masculino y lo femenino. Es una construcción de significados, donde se agrupan todos los aspectos psicológicos, sociales y culturales de femineidad/masculinidad. Por lo tanto, la acción de la sociedad es definitiva para su aprendizaje y desarrollo.


• La sexualidad se refiere a cómo se viven y cuáles son las conductas y las maneras en que se realizan las prácticas sexuales, la seducción, los deseos y placeres eróticos, siempre influidos por las pautas y reglas sociales que impone cada cultura.

SEXUALIDAD

Los seres humanos no nos comportamos del mismo modo que las demás especies animales en lo que a la sexualidad se refiere. No pasamos por períodos de celo y, sobre todo, nuestro interés en el tema no se centra en la reproducción. En el ser humano la búsqueda de placer no es tan simple al punto que se cuestiona el concepto de instinto para referirse a la sexualidad humana, infinitamente compleja y vasta.

De hecho, podemos observar que algunas personas viven sin tener relacion
es sexuales, tal como ocurre en el caso de los sacerdotes y religiosas católicas que hacen voto de castidad, lo cual implica dejar de lado la satisfacción directa de las demandas instintuales. ¿Es eso posible? Por ejemplo, entre los mecanismos de defensa del ser humano hay uno llamado sublimación, el cual permite, entre otras cosas, desviar la energía sexual hacia fines socialmente “elevados”.

Poseemos cualidades que parecieran ser únicamente de los seres humanos: los afectos y la fantasía. Es entonces que se explica la razón por la que los seres humanos no nos comportemos como los demás animales en los que predomina, por ejemplo, un macho dominante. Para la mayoría de personas, las relaciones afectivas son más importantes, de modo tal que el proceso por medio del cual se llega a formar una pareja puede ser bastante elaborado.

Por otro lado, en ocasiones se observan comportamiento de carácter sexual muy extraños y, a veces, hasta destructivos. Nos referimos a las llamadas “perversiones”, entendidas como desviaciones sexuales centradas únicamente en el logro de un tipo de placer diferente al normal y, por lo general, en personas que no van a poder estar aptos para establecer relaciones heterosexuales adecuadas, completamente satisfactorias para ambos.

De acuerdo con esta definición, una perversión es una desviación que sólo puede encontrar satisfacción en situaciones tales como las que buscan, por ejemplo, los exhibicionistas, quienes se satisfacen sexualmente mostrando de improviso sus genitales y asustando a su víctima. Por el contrario, los voyeuristas se van a satisfacer únicamente viendo cómo otros tiene relaciones sexuales o espiando a personas desnudas. Los fetichistas dependen estrictamente de determinados objetos con los que van a evocar a un ser amado o deseado, o a una parte de dicho ser, y sin este objeto no podrán tener excitación sexual adecuada. Los sadomasoquistas sólo encontrarán placer infringiendo dolor al otro o sufriéndolo ellos mismos. Los pedofílicos sólo encuentran placer en relaciones sexuales con niños o niñas. Como se ve, la gama de desviaciones es amplia ya que la fantasía no tiene límites.

Con respecto a la homosexualidad, existe actualmente una discusión en torno a cómo se la concibe y, si incluirla o no, dentro de las perversiones o si es más bien una alternativa sexual.

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